martes, 6 de noviembre de 2007

Manolo Escobar: el carro siempre perdido...

A Manolo Escobar, el carro se lo robaron estando de romería … Lo encontró, semanas atrás, en Segorbe, pero lo volvió a perder para seguir viviendo… Es decir, que Manolo Escobar fue homenajeado en la capital del Alto Palencia al pairo de la entrega de premios del XXIII Certamen Poético Internacional que convocó el CEAM (Centro Especializado de Atención a los Mayores). Manolo Escobar, tan castizo como quieran calificarlo sus paisanos, tiene la mirada profunda y escrutadora, como un oráculo, y utiliza un tuteo espontáneo que se acerca a la igualdad sin llegar al comunismo. Manolo Escobar, en resumen, es mucho más que la copla rancia y ajada que le enjaretan los analfaburros de lo antiespañol. Es un gran artista forjado en la adversidad que responde como tal…

JS.-
Lo que le pregunte va a ir a parar a una columna de Periodista Digital que se llama Serenata española, esto creo que a usted, forzosamente, tiene que resultarle familiar…
ME.- He dado muchas serenatas españolas. Me he pasado la vida dando serenatas españolas, sí que resulta de mi agrado.

La Serenata española que es este blog deviene de la Serenata española de Joaquim Malats, un compositor catalán sin el trauma falsario del victimismo, un español ejemplar, si es que se me permite el término… La Serenata española que es este blog, ya digo, cosas de la vida, hace más de un año entrevistó a Carmen Sevilla, actriz que intervino junto a Juanita Reina, bien que en papel secundario, en una peli del mismo título, algo también ejemplar, porque ya no se dan serenatas españolas, los amores pujantes de la juventud han ido mutando hacia el polvo sin historia en coche estacionado en las proximidades de la discoteca. Pura decadencia, aunque lo esencial se mantiene.

En fin, Manolo Escobar es un hombre de cuerpo entero que no se queda atrás en las observaciones simbólicas de lo cotidiano.

JS.-
¿Usted cree que éstos son tiempos propicios para gritar, decir o susurrar “¡Viva España”?
ME.- Para decir “¡Viva España!” siempre es tiempo, siempre, por encima de todas las disputas políticas que se den, siempre se puede decir “¡Viva España!”

Manolo Escobar (por eso se oye esta canción…) hizo sonar su “¡Viva España!” por las plomizas nieblas del Londres victoriano, por la cuencas minera del Ruhr, con sus industrias pesadas y su neopaisaje de milagro consumado, sus viejos aceros Krupp, sus rubias cervezas y sus coches Wolkswaguen… Manolo Escobar está casado con Anita, una mujer alemana que comprede a España por comprenerle a él.

JS.-
Usted, que ha sido testigo de la emigración española de los años 60 y 70, cuando nuestros trabajadores partían hacia Alemania o hacia la vendimia francesa con su chaquetas raídas, sus boinas, sus botas de vino y sus maletas ensogadas, ¿qué opina de lo que ocurre?... Ahora, ya los ve usted (señalando a los comensales del salón de Peñalba donde se celebraba la multitudinaria cena de la llamada “Tercera edad”), todos bien vestidos, con sus dentaduras arregladas, comiendo y bebiendo dignamente, con los hijos bien casados y con vacaciones del IMSERSO…
ME.- Yo he sido emigrante y estoy muy contento de que las cosas sean así, como las describes. Creo que sigo siendo un emigrante…

JS.- ... Pero nos llegan en aluviones, y no en las mismas condiciones con que los nuestros emigraban…ME.- Sí, pero eso son circunstancias de la vida. Tú, recapacita…: si todos quieren venir, algo tendremos de bueno, ¿no?...
JS.- Sí, claro está…

La gente se arremolinaba en torno al maestro. Todas querían una foto, y un autógrafo, un algo… Se hacían algunos comentarios sobre sus canciones más señeras, pero hay un Escobar desconocido para el gran público, muy cercano a lo lorquiano y a la copla más progre, estilo Carlos Cano, que ha quedado eclipsado por razones injustas por antonomasia. Sin embargo, siempre, desde siempre, he pensado que el carro perdido del maestro encierra una gran metáfora…


JS.-
¿Sabe usted?...: la canción esa que tanto éxito le dio, la del carro perdido, o sea Mi carro, creo que significa mucho más de lo aparente… Hubo un escritor francés, Marcel Proust, que quiso recuperar el tiempo perdido, y otro poeta, alejandrino, o griego, no recuerdo, que vino a decir algo asi como: “Si viajas a Itaca, pide que tu camino sea largo…”
ME.- No te esfuerces más, he comprendido perfectamente lo que quieres decir, y estoy de acuerdo: si se encontrara el carro, se acabaría la ilusión... Y, si se acaba la ilusión, se acaba el sentido de la vida. ¿Es esto?
JS.-
Sí… ¿Mejor el carro perdido?
ME.- Sí, dejémoslo perdido...



Fuente: Serenata Española

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